TALLER
DE MODELADO EN PLASTILINA
CREACIÓN MONSTRUOS EN
PLASTILINA Y MATERIALES RECICLADOS
Jugar
y modelar en plastilina produce experiencias estimulantes en los niñ@s, sus sensaciones táctiles
son agradables, permite por su
plasticidad desplazar tensiones. El
amasar, golpear, dividir la masa, desarrollan el sentido de la
proporción, cantidad, la distinción de texturas y conceptos diversos como:
Grueso, delgado, largo, corto, mucho, poco…
El
modelado posibilita que aparezcan sentimientos, recuerdos y fomenta la
investigación, la imaginación el placer; estructura la inhibición de la expresión.
Ayuda
a que surja la expresión y permite que los niñ@s descubran y tengan experiencias correctoras de
la creación y descubran nuevos campos de expresión.
El
modelado con plastilina contribuye al fortalecimiento de los músculos de la
mano y antebrazo, desarrolla la coordinación mental-táctil-visual. El moldeado
de plastilina involucra aspectos esenciales en el desarrollo del niño, como la
capacidad de concentración, fijarse metas a corto y largo plazo, facilidad con
los procesos de lectoescritura, aprender más fácilmente y tranquilizarse en
momentos de mucho estrés o que les exigen estar muy alerta.
Uno
de los beneficios principales cuando se trabaja en grupo es la oportunidad de
socializar con otros niños. Se ayudan mutuamente, se preguntan entre ellos cómo
lograron elaborar una figura, comparten sus avances, aprenden a trabajar en
grupo y tienen la posibilidad de ser escultores por momentos y de explorar sus
capacidades artísticas.
LUGAR DEL TALLER:
Fundación Frax
Paseo de las estrellas, 3 Albir L`Alfaz del Pi
Día: domingo 6 de octubre
Horario: 11:00h a
13:00h
Plazas limitadas.
Taller
impartido por: Un Mundo Feliz Arteterapia.
Los Beneficios de trabajar con las manos
Los beneficios que nos otorga el trabajo manual son despertar nuestro lado
más creativo, nos mantiene conectados con el mundo, nos permite dejar fluir
nuestros sentimientos más profundos, contribuyendo al autoconocimiento, nos
permite ser más desinhibidos y más comunicativos con los demás, nos hace tener
un estado de armonía total, nos vuelve personas más perceptivas y agudiza
nuestros sentidos, aumenta la autoestima y nos brinda satisfacción, aporta
beneficios a nivel motriz y contribuye a la solución de problemas de este tipo
y también excluye bloqueos emocionales y prejuicios.
En definitiva lo que logra es desarrollar la creatividad y da bienestar psicológico.
Es especial el sentimiento que se genera cuando trabajamos con nuestras manos, el acto de transformar la materia en lo que luego va a ser nuestra obra de arte, es una experiencia maravillosa que nos llena de satisfacción.
También es una excelente terapia para superar los problemas que se nos presentan día a día y así poder reconciliarnos con nosotros mismos.
Se sabe que en nuestros días no es muy común que las personas realicen trabajos manuales, es algo que ha quedado en segundo plano, pero también es cierto que todas estas personas no ven ni conocen los beneficios de hacerlo, nunca es tarde para intentarlo y tampoco para que usted pueda desarrollar su creatividad.
En definitiva lo que logra es desarrollar la creatividad y da bienestar psicológico.
Es especial el sentimiento que se genera cuando trabajamos con nuestras manos, el acto de transformar la materia en lo que luego va a ser nuestra obra de arte, es una experiencia maravillosa que nos llena de satisfacción.
También es una excelente terapia para superar los problemas que se nos presentan día a día y así poder reconciliarnos con nosotros mismos.
Se sabe que en nuestros días no es muy común que las personas realicen trabajos manuales, es algo que ha quedado en segundo plano, pero también es cierto que todas estas personas no ven ni conocen los beneficios de hacerlo, nunca es tarde para intentarlo y tampoco para que usted pueda desarrollar su creatividad.
Siempre mantenga bien presente que lo importante no es la perfección sino sentir placer y satisfacción al realizar la artesanía, y recuperar algunos valores y ponernos en contacto con la materia y la naturaleza.
Escrito por psicologíayautoayuda.com
Viernes 08 de Enero de 2010 14:33 tomado de la página:
http://www.fisaude.com/especialidades/psicologia-y-autoayuda/los-beneficios-de-trabajar-con-las-manos.html
¿Por qué Mienten Nuestros Hijos?
Todos
los padres nos encontramos en algún momento de la vida ante situaciones en las
que nos lamentamos de no tener “la receta” educativa que responda a todas
nuestras preguntas. Cuando nuestros hijos mienten echamos en falta ese
“recetario” “¿Es normal que mienta?, ¿Debo castigarle? ¿En qué me he
equivocado?”.
La
mentira no es una entidad aislada y unidireccional, se da en un contexto y en
una etapa determinada y tiene diferentes valores según cuándo y cómo se de.
En
las primeras etapas de la vida del niño, desde los dos hasta los cinco años ,
aproximadamente, normalmente los niños no mienten, crean historias en su cabeza
y las relatan sin diferenciar el mundo objetivo del que existe en su
imaginación. El hecho que un niño haga relatos fantásticos nos pone de
manifiesto su capacidad para crear situaciones y para interpretar el mundo. No
trata de engañar a nadie está expresando aspectos que suceden en su interior, y
también puede confundir el sueño con la vigilia. Hay que destacar que ésta es
la etapa de explosión del lenguaje; el niño descubre la palabra y comprende que
representa a los objetos del mundo. Establece un juego de poder en el que crea
universos alternativos.
Las
pequeñas mentiras de tu hijo no tienen las connotaciones morales que le damos
los adultos, cuando tu hijo dice “ Fernando no está aquí, se ha ido”, el niño
no distingue lo que está bien de lo que está mal con dos años y medio, y mucho
menos el concepto de la verdad y de la mentira.
Cuando
la mentira se utiliza para obtener beneficios y eludir responsabilidades, esta
es la mentira propiamente dicha. Esta etapa se inicia a los cinco hasta los
ocho años, coincidiendo con la entrada a la escuela primaria, el niño aprende a
diferenciar la verdad de la mentira, y a construir su propio aparato moral.
Por lo tanto, los
motivos para mentir de tu hijo son tales como: evitar el castigo, este es el
más frecuente, utilizado tanto por niños como por adultos; obtener un
recompensa, algo difícil de conseguir por otro medio; salvaguardar a otra
persona de una sanción; ante una amenaza de daño físico, por ejemplo, el niño
está solo en casa y le cuenta a un extraño que llama a la puerta que su padre
está durmiendo y que vuelva más tarde; quiere ganarse la admiración de los
demás; quiere salir airoso de una situación social difícil; quiere evitar la
vergüenza, por ejemplo un niño dice que se ha mojado los pantalones porque
había agua en su asiento; quiere salvaguardar su privacidad y quiere ejercer
poder sobre otros.
A
partir de los ocho años, los niños mienten para preservar su independencia. Especialmente en la
pubertad y la adolescencia, su vida deja de girar alrededor de los padres, que
sufrimos esta separación como una pérdida, lo que nos impulsa a intentar
restablecer esa relación absoluta con el hijo, exigiéndole que nos lo cuente
todo, que hable con nosotros, que nos haga participe de su vida; ante esta
demanda por parte de los padres los niños crean respuestas “satisfactorias” sin
necesidad de decirnos lo que en realidad ha hecho, no con la intención de
ocultar algo “malo”, sino como una medida para establecer su individualidad.
Si
un niño permanentemente crea historias fantasiosas, es importante analizar qué
mentiras cuenta con más frecuencia para tratar de descubrir si está intentando decirnos algo. Hay otro
tipo de mentira sintomática que requiere la intervención profesional, y es
aquella que está orientada a perjudicar a los otros. Se dan en las acciones y
en los afectos. El niño con problemas de personalidad o comportamiento es un
manipulador que hace lo sea necesario para conseguir lo que quiere.
Cuando
nos enfrentamos con un adolescente problemático es fundamental evitar que
obtenga beneficios de sus mentiras. A veces, la relación con ellos está tan
deteriorada que los padres intentamos eludir situaciones de conflicto que
pasamos por alto. Está actitud solo reforzará la conducta.
Otros padres, en cambio, comienzan a relacionarse con el
chico sólo desde el problema, olvidando cualidades o puntos fuertes de sus
hijos, centrando la relación en los problemáticos, acusándolos permanentemente
y negándoles la posibilidad de reparar. En ambos casos, es importante afrontar
los conflictos y confrontar al chico con sus problemas, sin dejar de reconocer
los aspectos positivos.
¿Qué podemos poner en práctica?
- Cuando
descubras que tu hijo ha mentido sobre algo, habla con él. No le
sermonees, sólo explícale que entiendes que se vea tentado a mentir para
evitar las represalias, pero que, para mantener la confianza en los demás,
es imprescindible la honestidad. Aclárale que todos nos equivocamos y que
los errores pueden reparase si los afrontamos.
- Atiende
lo que el niño quiere decir con sus mentiras. Fíjate en qué circunstancias
mienten, te ayudará a comprender por qué lo hace; ¿es para obtener algo de
su de los adultos de su entorno?¿es
para eludir situaciones en las que teme ser castigado? ¿lo hace para dar
una imagen de sí mismo ante sus amigos?
- No
le sigas la corriente. Con un niño que miente sistemáticamente es posible
que nos veamos tentados a “ignorar” algunas de las mentiras. Esto es un
error con consecuencias muy negativas. Siempre es mejor confrontarlo.
- Nunca
acuses a tu hijo de mentiroso. Parecerá que la mentira es parte de él. Si
lo percibe como algo constitutivo de sí mismo será muy difícil que puedas
combatirlo.
- Cuando
diga la verdad recompénsalo por su honestidad, y ayúdale a encontrar vías
para reparar el daño hecho. Demuéstrale tu satisfacción por la valentía
que muestra al afrontar sus errores. Analiza con él cual será el castigo
más apropiado y haz que se cumpla. El valor diferencial de la honestidad
debe ser claro para él.
- No
empieces a jugar a los detectives creando situaciones para coger al niño
“in fraganti”. La humillación y la vergüenza no evitan que el niño mienta;
al contrario, lo llevaran a intentar mentir mejor, lo que creará más
distancia entre vosotros.
- Si
las mentiras de niño aparecen asociadas a un hecho traumático, consulta a
un especialista, porque puede ser un síntoma de depresión.
- Cuando
veas que tu hijo miente para aprovecharse de los demás o para hacer daño a
sus compañeros. Es posible que tenga un problema de personalidad que deba
ser tratado por un terapeuta.
Natalia Montufo Rojas (Psicóloga)
Autismo y comunicación familiar
El autismo, al igual que el síndrome de Asperger, es uno de los trastornos generalizados del desarrollo. Ambos, entre otros, forman parte de los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Una serie de dificultades que afectan al desarrollo del niño/a y cuyo nivel de afectación es variante según el caso en cuestión.
En los TEA se aprecian alteraciones de diversa índole. La comunicación es uno de los aspectos más perjudicados, pero pueden observarse también, otras alteraciones graves del lenguaje, la conducta, la interacción social…
El autismo, es uno de estos trastornos que afectan al desarrollo infantil. Su manifestación tiene lugar los primeros años de vida. Así, la observación de la conducta del pequeño/a es fundamental para detectarlo.
Los/as niños/as que tienen autismo suelen presentar problemas para establecer juegos con otros/as niños/as de su edad. Además, su manera de jugar, suele ser diferente e incluso resultar extraña; pueden mostrar interés por ciertas piezas de los juguetes, en lugar de por el juguete en cuestión, y dar lugar a juegos poco creativos y repetitivos.
En general las relaciones con los demás en el autismo suelen verse seriamente afectadas, mostrando rechazo ante el contacto físico; escaso contacto visual; falta de manejo del lenguaje no verbal; dificultad para comprender bromas o ironías, etc.
Estos/as niños/as llevan muy mal los cambios en sus rutinas diarias, rechazando asimismo, los lugares ruidosos o muy frecuentados.
Además, en ocasiones, pueden llegar a manifestar conductas peligrosas, como exponerse a elevadas temperaturas o incluso autolesionarse, debido a la prevalencia de trastornos perceptivos.
Podemos encontrarnos con personas que confunden el autismo con el síndrome de Asperger. En este sentido, debemos mencionar que existen algunas diferencias. Por ejemplo, podemos indicar como diferencia más acentuada, el retraso en la alteración del lenguaje, más característico del autismo. Asimismo, otra diferencia destacable es que en la mayoría de los casos de síndrome de Asperger no existe discapacidad intelectual.
LA FAMILIA ANTE EL AUTISMO
Cuando dentro de la familia se da un caso de autismo, los padres, experimentan diversas sensaciones. La confusión y el miedo, suelen ser los sentimientos más comunes.
Generalmente, experimentan malestar y dificultades para entender qué le sucede a su hijo/a. Las dudas les asaltan y se preguntan de qué manera van a poder abordar la situación. En este sentido, resulta fundamental buscar redes de ayuda. De esta manera, el apoyo de familiares y amigos es primordial, especialmente para combatir la ansiedad que suele surgir.
Hablar de lo que sienten, expresar sus dudas; buscar los servicios y recursos que puedan ayudarles, como por ejemplo, asociaciones que les mantengan informados y les apoyen en la planificación de sus quehaceres diarios… puede ser una gran fuente de aprendizaje y de alivio, ante el estrés que pueden estar sufriendo.
Suele ser habitual, que la rutina familiar se vea resentida o alterada al principio de conocer la noticia. Pero se debe intentar evitar esto en la medida de lo posible, procurando recuperar cuanto antes la normalidad. Además, si en el hogar hay más niñ@s, se les debe explicar la situación, aclarándoles todas las dudas que les puedan surgir para que consigan entender qué le sucede a su hermano/a.
Fundamental es, asimismo, tener una actitud positiva, para poder así, encontrar la mejor solución a la realidad que están atravesando. Es muy importante saber, que con ayuda profesional, tiempo, constancia y adecuados métodos educativos, los/as niños/as con autismo pueden aprender, pudiendo mejorar muchas de las conductas afectadas.
“Paciencia, constancia, serenidad e información, son las grandes claves para manejar la situación”
Mariela Clemente Martos. Psicóloga
RABIETAS, COMO AFRONTARLAS
La familia García se dispone a salir de paseo al parque con sus dos hijas, Paula de 4 años y Gema de 2. Todo transcurre estupendamente hasta que Paula observa a una niña en su columpio preferido. Paula empieza a dar gritos “¡¡ES MIOOOOO!!!!!”, patalea y llora.
Sus padres intentan razonar con ella y explicarle que debe guardar el turno. Pero ésta cada vez va subiendo el tono y pretende quitarle el columpio a la pobre niña. Paula se lanza al suelo dando gritos mientras sus padres la cogen de la mano para apartarla. Éstos desesperan debido a la situación tan embarazosa.
¿Cómo afrontar todas estas rabietas? Seguro que todos os habéis encontrado con este tipo de comportamientos infantiles por parte de vuestros hijos, comportamientos inmaduros totalmente normales, debido a frustraciones por deseos de salirse con la suya, o bien simplemente conseguir toda la atención de los padres.
Algunas de las pautas para afrontar estas rabietas:
1. Mantener la calma, sin gritos, sin perder el control, tratar de enseñarles que las rabietas no dan resultado.
2. No ceder nunca. Que el niño no se salga con la suya. Ser constante.
3. No amenazar ni regañar en vano, castigar con “cuentagotas” y próximos en tiempo, nunca a plazo largo, ya que perderían valor. También castigos coherentes (por ejemplo si tiene una mala conducta durante el juego, poner fin al juego).
4. No estereotipar al niño: “eres malo” el niño por tanto, se comportara como un niño malo. Tampoco amenazar su autoestima:” No sabes hacer nada”.
5. Crear hábitos, rutinas para comer, horario para dormir, además el niño poco a poco deberá ser independiente, por ejemplo a la hora de vestirse. Esto le hará ganar seguridad.
6. Dentro de las rutinas es importante buscar un momento para compartir juegos con tus hijos todos los días, salidas al parque etc. Estos te servirán a la hora de incentivarlos.
7. Marcar normas , pautas y objetivos(cómo y qué pretendemos conseguir, ejemplo: hijos más autónomos).
8. Dar una orden firme y clara, puedes avisarle 5 min antes de la acción, por ej. “Paula, cariño, ves recogiendo los juguetes que enseguida nos vamos al baño”.
9. Compenetración entre los padres, nunca quitarse la autoridad.
10. Reforzar lo positivo y no lo negativo: toda buena conducta debe ser premiada, mientras que un comportamiento negativo debe ser” ignorado”(mientras no ponga en peligro a nadie ni a él mismo. En situaciones peligrosas apartarlo directamente o llevar a la habitación por ejemplo, hasta que se calme).
Espero que todos estos consejos os ayuden, y recordad ser firmes con vuestros hijos y sobretodo darles MUCHO CARIÑO.
MARTA BENITO
EDUCADORA SOCIAL
ESFORZARNOS POR ENTENDERNOS
La empatía es mucho más que “ponerse en el lugar del otro”, es comprender y preocuparse por los demás, es saber actuar sin herir ni menospreciar y sin buscar beneficio propio.
El ser empático no significa tener que estar de acuerdo siempre con los demás, ni dejar nuestros puntos de vista a un lado, se trata de respetar la posición de los otros y ser tolerantes. En muchas ocasiones, el otro no necesita de nuestra opinión pero sí que le respetemos y entendamos. Es un error tratar de quitarle importancia o ponerse como ejemplo, así como tener prejuicios hacia la otra persona o evaluar.
Es importante que, desde nuestro papel de padres, fomentemos la empatía. Los beneficios son claros: propicia conductas más positivas, consigue que las personas sean más sociables, más comprensivas, más generosas, menos agresivas, que expresan mejor sus sentimientos. Se alcanza una mayor estabilidad emocional y mayor autoestima.
Igual que les enseñamos a vestirse hay que enseñarles a desarrollar esta capacidad, a expresar sus sentimientos y comprender a los demás. Ante todo hay que tener en cuenta que los niños aprenden de nosotros, somos su modelo a seguir: escucha a tu hijo, entiéndelo y él hará lo mismo con los demás. Reconoce sus esfuerzos, que se sienta amado. Además debemos tener una buena comunicación con nuestros hijos, crear un ambiente donde sean comprendidos, mostrarles afecto…
Cuando les leas un cuento o vean una peli puedes preguntarles sobre los sentimientos del protagonista de la historia y/o haz que se preocupe por sus amigos, vecinos, familiares…Y por otro lado si hace algo mal, como darle una patada a mamá, hay que hacerle ver que hace daño, y no solo físico, también emocional.
En definitiva, cuanta más conciencia tengamos de nuestros propios sentimientos, mayor será la comprensión de los sentimientos hacia los demás. Es una necesaria tarea la nuestra hacer que nuestros hijos desarrollen esta habilidad y la utilicen en un futuro.
“El que habla siembra, el que escucha recoge”. Anónimo.
MARTA BENITO
Educadora Social
En este espacio para padres y madres podéis preguntarnos todas las dudas que tengáis sobre la educación de vuestros hijos.
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